Según los últimos datos del EUROSTATT el valor de la economía social en la Unión Europea representa el 10 % de su economía de acuerdo al total del PIB de los países miembros. Al mismo tiempo, la economía social crea empleo para más de 11 millones de trabajadores. Estos 11 millones representan el 4,5 % de la población activa en la Unión. Destacan casos como el de Finlandia, Reino Unido o Eslovenia, que a su vez, cuentan con las tasas de crecimiento más estables y significativas, poniendo de relieve que la economía social nacida del emprendimiento es una variable determinante en el crecimiento y en la predicción de bienestar de un país.
Via EDUCACIÓN FUNDACIÓN TELEFÓNICA
El emprendimiento social es el sustrato base de la economía social, y la economía social crece y genera beneficios para la Unión Europea alcanzando objetivos que tienen un impacto social posicionando su visión y misión por encima de la generación de beneficios para los propietarios y accionistas. En los procesos de emprendimiento social las cuentas de superávit se aprovechan, fundamentalmente, para alcanzar los objetivos sociales. Por otro lado, los empresarios sociales destacan por su carácter responsable, transparente e innovador, en especial mediante la implicación de los trabajadores, los clientes y todos aquellos a los que afecta su actividad. Para todo emprendedor social, el objetivo principal de su proyecto es convertirse en una empresa social capaz de generar un impacto significativo sobre la sociedad, el medio ambiente y la comunidad local.
La Comisión ha desarrollado toda una serie de iniciativas transversal para impulsar el emprendimiento social que van desde sus proyectos educativos, hasta sus políticas de Acción Social, Empleo, Trabajo o también Empresa y Movilidad. En este artículo te mostramos las principales para que puedas acercarte a todas ellas de un vistazo y elegir la que mejor se adapta a tu situación.